El concepto de propiedad ha sido reformulado durante las últimas décadas. Las empresas y consumidores, cada vez más, optan por formas contractuales que impliquen pagar por sus productos y servicios únicamente cuando vayan a ser utilizados.

 

Apps como Blablacar, Airbnb o los portales de alquiler de vehículos eléctricos, tan en auge en estos últimos años, responden a nuevos modelos de economía colaborativa que se presentan como solución a muchos de los retos que enfrentamos consumidores y empresas de todo el mundo. Estos modelos de economía compartida o del intercambio, han resultado ser una pieza clave en el actual escenario de inflación, globalización y precarización de la economía. Tanto, que muchos de los modelos de negocio más exitosos de las últimas décadas hunden sus raíces en conceptos como el intercambio, el uso compartido y el alquiler. Esto, sumado a la creciente incertidumbre, que se ha hecho patente durante la reciente y aún no extinta pandemia de la COVID 19, ha abierto paso a nuevos modelos de propiedad y de consumo.

 

Los usuarios cada vez más son partidarios de pagar por aquellos productos y servicios cuando los usan, y para ello, el alquiler es la forma contractual perfecta. Así, podríamos preguntarnos, ¿Es preferible invertir en la compra de un medio de transporte ahora, o pagar pequeños importes cuando necesite usarlo? ¿Por qué comprar una casa en la playa, si puedo alquilar una habitación cuando quiera ir? ¿Tiene sentido invertir en reformar el espacio de trabajo cuando la arquitectura temporal me permite satisfacer mis necesidades mediante un alquiler a medida?

Pues bien, lo cierto es que, al margen de preferencias personales, estas preguntas son perfectamente razonables, y cada vez más consumidores y empresas se las plantean. Así, se explica la transición del “pagar por tener” al “pagar por usar”: el conocido PPU, por sus siglas en inglés, «pay per use«.

 

Especialmente, esta tendencia se está dando en entornos industriales. Las empresas dicen: a necesidades puntuales, soluciones puntuales.

 

EL ALQUILER EN LA INDUSTRIA

 

Por otra parte, la situación de inflación que atravesamos ha llevado a los bancos centrales a elevar los tipos de interés para estabilizar los precios, alcanzando en Europa los niveles más elevados en 14 años. De esta forma, las grandes inversiones y los préstamos han perdido parte de su atractivo para las empresas, acudiendo a la cada vez más socorrida opción del alquiler. En Etxekit, llevamos tiempo observando como empresas de todos los tamaños y sectores, cada vez más, eligen el alquiler frente a la compra por sus grandes ventajas en los tiempos que corren.

 

De esta forma, nuestras carpas para industria y módulos prefabricados se presentan como la mejor forma de hacer frente a las necesidades de las empresas, salvando al mismo tiempo las particularidades de la situación económica actual y sacándole el máximo partido al espacio de la empresa sin caer en grandes inversiones. (…)

 

En definitiva, el alquiler se presenta como la opción más inteligente, rentable y actual para afrontar los retos de empresas y consumidores, y desde Etxekit nuestra misión es acompañar a nuestros clientes en este proceso.