Históricamente, todas las áreas de trabajo se han ido deslocalizando y separando de lo que ha sido la oficina. Las formas de trabajo han ido cambiando dando forma a centros de trabajo muy separados entre si. Las plantas industriales se han divido de esta manera, dejando a un lado la fábrica y a otro lado la oficina. No obstante, las tendencias han ido cambiando en los últimos años y lo que tradicionalmente se ha separado, el tiempo lo ha acabado uniendo, generando espacios donde conviven tanto oficinas, zonas de control como zonas de fabricación.

[Imagen de Aragondigital.es]

La utilización de módulos para creación de espacios como oficinas, vestuarios, comedores y baños es algo muy recurrente en la industria. La rapidez y eficacia de la instalación de un módulo frente a la construcción tradicional hacen que se convierta en la solución idónea para casos en los que no se quiere consumir edificabilidad.

En Etxekit hemos ido de la mano de estos cambios de tendencia durante los últimos años. Aportando de esta manera, diferentes proyectos con un mismo fin: acercar la oficina a la zona de producción. Explicaremos en este post 5 ventajas que aporta una solución modular para los diferentes objetivos planteados:

  • Optimizar la comunicación en el trabajo: la distancia entre la zona de producción y la oficina hace que la comunicación no se produzca de una manera directa y fluida. Sin embargo, con la instalación de un módulo habilitado como oficina en dicha zona permite una comunicación mas cercana entre trabajadores.

  • Reducir los desplazamientos: tanto si es para comunicar una idea o para trasladar una orden a la zona de fabricación es inevitable que muchas veces una persona se tenga que desplazar hasta esta. Con la separación que ha habido entre unas zonas y otras estos desplazamientos han  supuesto una perdida de productividad por el tiempo empleado.

  • Mayor control sobre la zona de producción: la instalación de un módulo como oficina de control permite un mayor control visual de lo que se está haciendo en la zona de producción. La posibilidad de diseñarlos con cristaleras consiguen que haya un constante control visual sobre esta zona y se pueda centrarse en pequeños detalles.

  • Mejorar el confort del trabajo: en los interiores de las plantas industriales puede haber tanto altas como bajas temperaturas, así como en una zona de producción exterior. Colocando un módulo en estas zonas, conseguimos un espacio cerrado, aislado del frío o del calor, pudiendo adecuar un sistema de climatización para este.

  • Reducir costes totales y mayor productividad: en definitiva, con la inversión de una instalación de este tipo se consigue un ahorro global en los costes totales de la producción y por tanto mayor productividad.

Este es otro caso más, donde ante una falta de espacio, una solución modular se ajusta a la perfección por su confección y solventa los problemas de productividad derivados de la separación de las áreas de trabajo. Para conocer detalladamente una propuesta similar no dudes en contactar con nosotros.